Chi Kung (Qigong)
El Chi Kung de los cinco animales es un antiguo ejercicio taoísta para mejorar la salud y procurar la longevidad. Como su nombre indica, los movimientos de estos ejercicios se basan en los movimientos de cinco animales: el dragón, el tigre, el leopardo, la serpiente y la grulla. Cada movimiento animal estimula y mejora el funcionamiento de un órgano corporal específico. El dragón mejora el estado de los riñones, el tigre el de los pulmones, el leopardo mejora el hígado, la serpiente, el bazo, y la grulla, el corazón. La práctica continuada de los cinco animales de Wudang tiene la capacidad de recuperar el equilibrio de sistema orgánico interno. Cuando el sistema orgánico está equilibrado, el cuerpo trabaja a plena capacidad y con eficiencia óptima, mejorando así el estado de salud general y la longevidad del practicante.
Además de restaurar la armonía de los órganos internos, el chi kung de los cinco aimales también flexibiliza las articulaciones, alarga los tendones y fortalece la musculatura. Otro beneficio añadido es la estimulación y mejora del sistema respiratorio y circulatorio. Esto no solo contribuye a refrescar y oxigenar la sangre que circula por todas las extremidades, sino que también facilita la eliminación de toxinas letales. La función general del chi kung de los cinco animales es devolver al cuerpo la suavidad y flexibilidad de un bebé. Si se practica con regularidad, este ejercicio puede revertir el poceso de envejecimiento del cuerpo, de modo que uno puede disfrutar de un cuerpo fuerte y saludable a pesar del paso de los años.
El objetivo general de este artículo es el de introducir al practicante en los numerosos beneficios del Chi Kung de los cinco animales de Wudang y complementar las imágenes del vídeo para dotarlo de una base sólida para su práctica personal. Este artículo describe ocho elementos clave para la práctica: el movimiento de apertura, el movimiento del dragón, el del tigre, del leopardo, de la serpiente, de la grulla, el movimiento de cierre y la meditación de pie. Añadiremos también algunos principios básicos para que la práctica sea correcta.
Por favor, tenga en cuenta que este artículo no pretende sustituir la guía real de un instructor diplomado. El Chi Kung de los cinco animales tampoco pretende diagnosticar, tratar o curar determinadas enfermedades. Como con cualquier otra actividad física, debería consultar a su médico habitual antes de practicar estos ejercicios.
El movimiento de apertura
Comience de pie con la espalda derecha, los pies juntos, las rodillas ligeramente dobladas y los brazos y manos colgando relajadamente a los laterales del cuerpo. Inspire suavemente y abra los pies dando un paso lateral a la izquierda y colocándolos paralelamente a la misma anchura de sus hombros. Mientras exhala, plante los pies firmemente en el suelo y deje descender su peso, dejando caer ligeramente las caderas. En la siguiente inhalación, deje que sus manos se eleven lenta y frontalmente hasta alcanzar la altura de sus hombros, mientras exhala dejelas descender lentamente hasta la altura de sus caderas. En la siguiente inhalación, vuelva a elevar manos y brazos, esta vez lateralemente. Una vez lleguen a la altura de los hombros exhale y deje caer ligeramente los codos, de modo que apunten hacia el suelo. Ahora gire las manos con las palmas hacia afuera y los dedos apuntando el suelo. En la siguiente inhalación eleve las manos sobre su cabeza hacia el cielo, juntándolas en las muñecas, mientras deja caer lentamente la cabeza hacia atras para mirar al cielo. En esta posición ambas palmas de las manos deben estar abiertas al cielo como sujetando un cuenco grande. Mantenga la respiración en esta postura tanto tiempo como pueda, luego exhale, junte las manos y bájelas por el centro de de su cuerpo en posición de orador.
Mientras mantiene la posición del orador, baje sus manos a lo largo del cuerpo hasta un poco por debajo del ombligo, presionando las palmas de las manos una contra otra para estirar manos y dedos; luego, reláje las manos y mientras inhala, las eleva hasta la altura del pecho. Exhala y vuelve a bajar las manos hasta un poco por debajo del ombligo, presionando las manos como hizo la vez anterior. Luego vuelve a relajar y a elevar las manos en posición de orador hasta el pecho. Este movimiento se repite tres veces. Termine este movimiento con la exhalación, las palmas juntas y apretadas por debajo del ombligo. Luego, gire lentamente las manos de modo que los dedos apunten hacia el suelo y déjelas caer a la altura de las caderas de las caderas.
Ahora, con las manos en posición inversa de la postura del orador, elévelas hasta el pecho con la inhalación, apretando las palmas una contra otra. Luego, con la exhalación, relaje la presión y bájelas hasta la altura de las caderas. Este movimiento también se repite tres veces. Finalice esta secuencia con la exhalación, las manos aúun juntas en la posicioon invertida del orador. Para terminar, abra las manos y llévelas hacia los laterales y lentamente hacia arriba sobre la cabeza con na inhalación como si estuviera abrazando una gran bola de aire. Luego exhale lentamente y bájelas por la línea central del cuerpo con las palmas mirando el suelo como si estuviera empujando la bola de aire profundamente dentro de su vientre. Así concluye el movimiento de apertura. Ahora permanezca en estado meditativo aproximadamente tres minutos.
Meditación de pie
Durante la meditación de pie hay que tener en cuenta tres cosas: la postura, la respiración y la intención.
La postura debe ser derecha y relajada. Los pies deben estar paralelos y separados a el mismo ancho de sus hombros y con el peso del cuerpo bien distribuido: mantenga las rodillas suaves, pero no permita que se doblen hacia adentro. Relaje la tensión de la cara, la cabeza, el cuello, los hombros, la espalda, las caderas y los pies, y permita que la tierra soporte completamente su peso.
La respiración debe ser completa y cómoda. Procure respirar lentamente, con suavidad y con un ritmo de unas seis respiraciones por minuto. El flujo externo de la respiración es un reflejo del flujo interno de la energía. Regulando la respiración se puede regular el ritmo cardíaco y el flujo del Chi del cuerpo, lo queprocura relajación y alivio.
La inteción debe estar centrada pero con suavidad, sin excesivo empeño. Permita que sus ojos se entrecierren y miren hacia el suelo, hacia un punto a metro delante de usted. Centre su atención en la repiración, llevándola profundamente tras su vientre. Procure calmar su mente y evite pensar en cosas que le distraigan del momento presente de su práctica.
El dragón
Desde la posción de meditación de pie abra y eleve los brazos hacia adelante y hasta la altura del pecho y después déjelos caer suavemente hasta la cadera al igual que hizo en el movimiento de apertura. Desde aquí, gire las manos como si estuviese sosteniendo una bola con la mano derecha sobre la izquierda a la altura del ombligo. De un paso con el pie izquierdo para quedar en la postura del jinete, mientras su mano derecha empuja hacia el cielo y la izquierda se mueve lateralmente hacia el exterior como si fuera a lanzar un platillo. Procure girar el torso siguiendo las manos en toda la extension que pueda. Durante este movimiento ámbos pies siguen bien plantados en el suelo en la posición del jinete, pero la pierna derecha se estira naturalmenete al girar la cadera, quedando las piernas en posicióin del guerrero, es decir, la rodillla izquierda doblada y la pierna derecha estirada. Esta la extensión completa del movimiento. Mantenga la postura de tres a nueve segundos sosteniendo la inhalacion y fijando la mirada en la palma de la mano izquierda.
Desde esta posición, retroceda lentamente al frente recogiendo el pie extendido, de modo queámbos vuelvan a quedar en paralelo a la altura de los hombros. Mientras da ese paso, recoja simultaneamente los brazos con movimiento circular para quedar otra vez como si sostuviera una pelota, salvo que esta vez, la mano derecha estará debajo de la izquierda. Ahora repita el movimiento hacia la derecha para completar la primera ronda. Tres rondas a cada lado completan el ciclo. Una vez completo, ciérrelo abriendo sus manos hacia abajo, al frente y hacia arriba como si estuviera acariciando una bola muy grande. Cuando las manos esten a la altura de los ojos, déjelas caer suavemnete y forme la postura del yin yang con las manos a la altura del ombligo, tal y como se descibió en el movimiento de apertura. Disfrute de la postura de meditación en pie durante unos tres minutos.
El tigre
Desde la postura de meditación en pie, abra igual que en el movimiento de apertura y el dragón, dejando que los brazos se eleven y desciendan por el frente acompañándolos con una respiración completa. Dede aquó de un paso a la izquierda para adoptar la postura del jinete. Vuela a elevar los brazos forntalmente con la inhalación, pero esta vez retraiga brazos y manos a la altura y junto a los hombros; con la exhalación baje las caderas marcando más la postura del jinete y empuje con las palmas de las manos (los dedos doblados hacia adentro imitando la garra de un tigre) hacia delante.
Con la siguiente inhalación gire las muñecas en circulo hacia afuera y hacia adentro, recogiendo manos y brazos hacia los hombros. Con la exhalación empuje brazos y manos en garra hacia atrás para estirar el pecho y los hombros. Con la inhalación, gire otra vez las manos hacia el interior y relaje mientras mueve sus brazos de vuelta hacia los hombros en un movimiento como si estuviera recogiendo aire con brazos y manos a modo de pala. Esto completa la ronda que ha de repetirse tres veces para completar el ciclo. Una vez terminado, cierre el ciclo empujando las manos hacia delante, recogiendo el pie izquierdo para que ambos vuelvan a estar al ancho de los hombros, deje caer las manos lentamente hacia las caderas y asuma una vez mas la postura de meditación en pie durante unos tres minutos.
El leopardo
Desde a posición de meditación en pie, abra del mismo modo que las veces anteriores y coloque los brazos en círculo como sujetando una bola grande, con la mano derecha por debajo de la izquierda. De un paso a la derecha para adoptar la postura del jinete y deje la mano izquierda quieta, mientras mueve la derecha lateralmente como si estuviera lanzando un platillo. Una vez este el brazo completamente extendido hacia la derecha, flexione mas la postura del jinete mientras la mano derecha empuja hacia atrás por detrás de la nuca extendiéndose hacia la izquierda. A la par con este movimiento gire la palma de su mano izquierda hacia arriba como para proteger el sobaco derecho. Esta es la exetensión completa del movimiento. Intente mantener esta postura con la inhalación de tres a nueve segundos y fije la mirada en la mano derecha extendida.
Desde aquí, deje que su mano derecha baje a lo largo de cuerpo mientras este retorna a la posición incial del jinete. Con un movimiento continuo recoja el pie derecho hasta el ancho de sus hombros y vuelva a coger la pelota, esta vez con la mano izquierda por debajo. Repita este movimiento hacia el otro lado para completar la ronda. Tres repeticiones a cada lado completan el ciclo. Tras completarlo, cierre de igual manera que con el movimiento del dragón, es decir, abriendo las palmas lateramente y elevándolas como si acariciara una bola grande hasta que lleguen a la altura de los ojos, y después bájelos lentamente y adopte la postura de meditación en pie. Vuelva a mantener esta postura durante unos tres minutos.
La seprpiente
Desde la posición de meditación en pie, vuelva a abrir de igual modo que en los movimientos anteriores. Después lleve la mano izquierda hacia atrás y la derecha hacia delante como dibujando dos circulos en vertical. De un paso lateral con el pie derecho para quedar en la postura del guerrero, y lleve la mano izquierda sobre a derecha lateralmente y sobre la cabeza de modo que quede una palma por encima de la otra palma; el torso se inclina hacia la derecha en este movimiento. Desde aqui gire la palma de la mano derecha hacia el suelo y mueva la iquierda hacia abajo a lo largo del cuerpo, mientras el cuerpo desciende para adoptar la postura de “la serpienete se arrastra por la hierba”. Agachado así, desplace el peso del cuerpo hacia el lado izquierdo dirigiéndo el movimiento con la mano izquierda. Desde ahí, mueva la mano derecha sobre la cabeza hasta dejarla estirada por encima de la palma izquierda. Esta es la extensión completa del movimiento. Mantenga la postura con la inhalación de tres a nueve segundos y dirija la mirada a la mano derecha.
Desde esta postura, simplemente deje caer la mano derecha para que el cuerpo se encuentre en disposición de repetir el movimiento hacia el lado opuesto. Completar este movimiento a cada lado hace una ronda: tes rondas a cada lado completan el ciclo. Tras concluir el ciclo, cierre volviéndo a la posición inicial, recogiendo la pierna derecha para que quede al mismo ancho que sus hombros, mientras los brazos regresan de igual modo que en el movimiento del dragón o el leopardo. Finalice la sesión con las manos en postura de yin yang y disfute de la meditación en pie durante unos tres minutos.
La grulla
Una vez más desde la postura de meditación de pie, abra de la misma manera que en las ocasiones anteriores. Después, abra y extienda ambos brazos lateral y paralelamente al suelo. Desde aquí, eleve la rodilla izquierda por delante de la cadera y extienda la pierna hacia afuera con la punta del pie estirada al frente. Mantenga el equilbrio sobre la pierna derecha, mientras gira circularmente la pierna izquierda en redondo hacia atrás. Incline un poco el cuerpo hacia delante para elevar la pierna izquierda todo lo alto que pueda, mientras mantiene la cabeza erguida y los brazos extendidos laterlamente al mismo nivel. Esta es la extensión completa del movimiento. Mantenga esta postura y la inhalación de tres a nueve segundos.
Desde aquí, deje caer lentamente la pierna y devuélvala a la postura de pie para retomar la postura de meditación con las manos en yin yang. Para repetir el movimiento hacia el lado opuesto, simplemente vuelva a elevar los brazos lateralmente a ambos lados; no es necesario repetir el movimiento de apertura. Realizar estos movientos a ambos lados completa una ronda. Como siempre, tes repeticiones a cada lado completan el ciclo. Una vez hecho, repita los movimientos de cierre tres veces antes de traer el pie izquierdo de vuelta junto al derecho y dejar caer las manos a lo largo del cuerpo. Esto concluye la práctica de los cinco animales de Wudang.
Principios para la practica
La respiración:
La respiración es probablemente el aspecto más importante en la práctica de los cinco animales de Wudang. Chi kung se pordría traducir literalmente como “trabajo de respiracion” o “habilidad energetica”. Como mencionamos anteriormente, el flujo externo de la respiración es un reflejo directo del flujo interno de la energía. Por eso es muy importante ser consciente de la respiración. Durante la práctica, la respiración debería ser natural y confortable, no forzada. Además, la respiración debería estar acompasada con los movimientos, estar en sintonía con ellos. Así, la inhalación y la exhalación actúan como un tira y afloja, acompañando el empuje de los movimientos. Respirar correctamente es fundamental para que la práctica del Chi Kung sea efectiva.
El entorno:
Para practicar el Chi Kung de los cinco animales no se requiere mucho espacio, pero sí se aconseja que sea un lugar limpio y tranquilo. Espacios como la playa, el bosque o la montaña, donde hay aire fresco y limpio, son los ideales. Los lugares bulliciosos o demasiado concurridos no son recomendables para la práctica, pues es demasiado fácil distraerse y perder la concentración.
Tiempo y frecuencia:
Realizar correctamente el ciclo completo de los cinco animales lleva aproximadamente 45 minutos. Si no dispone del tiempo para realizarlo por completo, haga solo una parte. Es mejor praticar parcialmente con plena concentración que hacerlo la tabla competa con prisas. Además, para experimentar los beneficios reales es necesario ser constante en la práctica, por lo que se aconseja practicar al menos una vez al día.